Bodegas Cuvillier extendió su gama de bebidas con el lanzamiento de una versión novedosa en el mercado local, su primera sidra premium de pera, creada en homenaje a su fundador Virginio Luis Saccani.
La empresa cuenta con una sólida trayectoria en la producción de sidras e inició sus actividades hace más de 60 años, en 1957, momento en el que comenzó a hacer historia en la Patagonia con su planta de elaboración en Río Negro.
A diferencia de las sidras saborizadas, 1930 Saccani Pera es un producto premium que se elabora 100% en base a peras provenientes del Alto Valle de Río Negro.
Cuando la servimos en la copa, podemos apreciar su tono amarillo claro y brillante con el auténtico aroma de la fruta. Una vez en nuestro paladar, las burbujas muy finas comienzan a cosquillear, al mismo tiempo que percibimos su sabor a peras maduras con algunos toques de miel.
Como se debía esperar en una sidra argentina, es dulce, pero con una acidez natural que la separa de las sidras empalagosas convencionales y, por el contrario, es muy fresca, liviana y muy bien balanceada. Su final es sabroso y nos recuerda a las peras reales. El grado alcohólico es bajo (5.5% Vol.), pero suficiente para construir una estructura elegante.
Es una bebida versátil que se lleva bien con platos frescos, frutos de mar, quesos y también es buena compañía de la cocina asiática especiada, ya que su dulzor balancea bien a los picantes. Además, es ideal para esas tardes calurosas de verano, cuando nos dan ganas de beber algo rico, ligero y refrescante.
1930 Saccani Pera llegó al mercado en dos presentaciones, botella de 750 cc con tapón de corcho y bozal y en botella de 500 cc con tapa corona, perfecta para un consumo casual y moderado.
Se la puede encontrar en las principales cadenas de supermercados y mayoristas con precio sugerido de $240 (750 cc) y $120 (500 cc)
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