El próximo domingo 25 de agosto, nuestros hermanos charrúas celebran su Día de la Independencia. Unidos por el Río de La Plata, podemos sumarnos al festejo, desde este lado del charco.
Al ritmo del candombe en un barrio con pulso arrabalero, se halla un manjar que es emblema de Uruguay: lomito a la plancha con jamón, queso mozzarella, panceta, cebolla caramelizada, morrón, huevo frito, lechuga, tomate y papas fritas son los ingredientes del chivito uruguayo que ofrece El Bar de Carmen, local 57 dentro del antiguo Mercado de San Telmo (Bolívar 954, entre Estados Unidos y Carlos Calvo).
Un plato –especialidad de la casa- que seduce a los propios uruguayos que almuerzan en este local que ofrece lo mejor de la auténtica cocina porteña, y constituye la propuesta gastronómica más antigua del Mercado de San Telmo, siendo el primero de todos los puestos que hoy lo habitan y lo han transformado en un nuevo polo gourmet.
Carmen Millanao es la propietaria de este bar hace 6 años y junto a su yerno, el uruguayo Andrés Presutti, elaboran comida criolla casera con ese sabor único de lo preparado en el momento. Sus especialidades: chivito uruguayo, bife al ajillo y pastas caseras. “Una vez vino un uruguayo a comer el chivito a nuestro bar. Nunca lo había probado porque era humilde y en Uruguay este plato, que se sirve abundante, es súper caro. Cuando lo probó se puso a llorar en la barra. Decía que era increíble y que le trajo recuerdos de su historia” cuenta Andrés con orgullo.
El local cuenta, bajo sus marquesinas de estilo fileteado, con 13 banquetas fijas para comer sentado en un entorno único de más de 120 años, declarado Monumento Histórico Nacional.
Un rincón en Buenos Aires donde deleitarse con sabores y delicias de todo tipo y cultura con el potencial de cualquier mercado europeo o de las principales ciudades del mundo. La propuesta gastronómica del Mercado de San Telmo es complementaria y sinérgica: cada local ofrece un menú exclusivo que no compite con el resto, con cocina abierta a la vista del comensal, productos frescos comprados en el propio mercado y es atendido en forma personalizada por los mismos dueños.
La oferta culinaria, además, incluye desde comida callejera suiza (Je Suis Raclette), crepes franceses (Un, Dos, Crêpes), tapas y tortillas españolas (De Lucía), comida peruana fusión (Peru Beat), hamburguesas, hot dogs, y desayunos americanos (The Market Burger), un bar de carnes al paso (Caranchería), cerveza artesanal y bondiola braseada a la barbacoa (Hoboken), pasando por panadería francesa (Merci), hasta productos regionales gourmet y picadas (Verde Oliva), empanadas y cocina criolla (El Hornero), chorizos artesanales de cerdo y cordero (La Choripanería), las más ricas pizzas y nachos (Penacho), un Bar de Pinchos, la más alta coctelería (La Licorería del Mercado), variedad de churros dulces y salados (La Churretería), platos de la abuela (Beba) y un café de delicias dulces (Chantal). Una feria de comida ¡que nunca se termina!
Todo esto es posible en un solo lugar: el Mercado de San Telmo. Un paseo bien porteño ¡que brilla como nunca antes!