Depilación láser, ultracavitación, radiofrecuencia o hasta remoción de machas con láser… Hoy los tratamientos estéticos considerados “no invasivos” son cada vez más usuales y pueden comprarse casi como si se tratara de un corte de pelo.

Sucede que, al no tener grandes tiempos de recuperación o aparatosos vendajes, la gente suele percibirlos como algo menor y prácticamente carente de riesgos. Y a esto colabora el hecho de que, muchas veces, se los ofrece en peluquerías, gimnasios o hasta sitios de descuentos.

Sin embargo, ¿son realmente sólo una cuestión estética menor?

La respuesta es que no. Y en ello no dudaron en coincidir todos los expertos convocados en un evento de Sirex Médica para analizar la situación actual. Se trata de los doctores Edgardo ChouelaIrene BermejoGraciela Mirta FerraroSergio KorzinVelia Lemel, Jorge Skvarca y Fernando Stengel.

Los especialistas fueron claros en un aspecto: los tratamientos estéticos que modifican algún tejido son actos médicos y, como tales, sólo pueden ser realizados por un dermatólogo.
Y tal afirmación no es hecha por capricho: hay que tener en cuenta que no existen los tratamientos verdaderamente “no invasivos”, ya que si no, no habría resultados. Lo que sucede es que son “mínimamente invasivos”, pero eso no los hace carentes de riesgos.

De hecho, muchos de ellos hasta tienen contraindicaciones. Por ejemplo, la depilación definitiva, tan popular hoy en día, se realiza a través de un láser que quema los tejidos más oscuros, de manera que en una piel clara con vello muy negro, resulta un procedimiento más sencillo. Sin embargo, en una piel bronceada o más oscura puede haber mayores complicaciones y, si la técnica se aplica sin tener en cuenta estos factores o con una máquina inadecuada, puede ocasionar graves quemaduras.

Lo mismo sucede con la radiofrecuencia, que se usa para reafirmar la piel. Este tratamiento debe ser aplicado con cuidado, ya que, por ejemplo, está contraindicado para pacientes con marcapasos, prótesis o mallas metálicas o aneurismas, según la doctora Bermejo, miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología y la Asociación Argentina de Dermatología.

En este sentido, los especialistas reunidos por Sirex Médica destacaron que la función del médico especialista es justamente minimizar esos riesgos, de manera de evitar accidentes que podrían no suceder sólo con la adecuada capacitación y los equipos correctos.

Un acto médico, no una industria
“Es sabido que los médicos dermatólogos trabajan sobre la superficie y la profundidad de la piel y esto no es algo menor. La tecnología láser no invasiva trabaja en todos los estratos de la piel, epidermis, dermis e hipodermis. En consecuencia estos tratamientos son médicos. Los equipos no pueden ser operados por cualquier persona”, apuntó Velia Lemel, cirujana y miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología.

En este marco, Fernando Stengel destacó que es un error común hablar de industria médica, término que se usa aún con más frecuencia cuando se refiere a procedimientos estéticos.

Sin embargo, el presidente de la Fundación Cáncer de Piel Argentina y jefe del servicio de Dermatología del CEMIC consideró que la terminología es incorrecta ya que pese a que haya muchos tratamientos no invasivos, la medicina estética es, como su nombre lo indica, “una actividad médica, una profesión, una vocación y no una industria”.

El especialista hizo hincapié en que las críticas a las prácticas que se realizan sin la presencia y diagnóstico de un dermatólogo no son hechas para reducir la competencia.
Al contrario, se expresó a favor de que haya muchas opciones, siempre que estén manejadas por personas idóneas.

Estoy a favor de la competencia cuando se trabaja con profesionales competentes, certificados para el uso de equipamiento láser”, puntualizó.

En este sentido, Bermejo destacó que también avala el desarrollo de la medicina no invasiva en nuestro país, pero lo relacionó con Brasil, España, y Francia, haciendo mención particularmente a las limitaciones que se impusieron en estos mercados e indicando que el uso de tecnología láser debe ser efectuado sólo por médicos especializados.

También los técnicos pueden utilizar las máquinas, pero siempre bajo receta y responsabilidad de un dermatólogo competente.

Riesgo sanitario
En la misma línea, Edgardo Chouela, quien es profesor en la facultad de Medicina de la UBA y pertenece a varias asociaciones dermatológicas, subrayó el gran riesgo sanitario que se corre cuando los tratamientos estéticos son aplicados por personas carentes de capacitación o de máquinas adecuadas.

En este sentido, remarcó que se debe trabajar con equipos seguros, que tengan respaldo tecnológico y en un ambiente adecuado.

“Existe alto riesgo sanitario por el mal uso o el uso inescrupuloso de la tecnologíapor aquellos que transforman la medicina en un negocio económico y no respetan su esencia, que es estar al servicio de la salud”, apuntó.

Y ejemplificó que ha visto casos de “manchas” que se intentaban remover a través de láser que eran en realidad un melanoma (tipo muy agresivo de cáncer de piel que debe ser removido quirúrgicamente).

¿Qué hay que tener en cuenta?
En este marco, la primera pregunta que surge es cómo podemos los usuarios que no tenemos conocimientos médicos reconocer una opción de calidad de otra inadecuada.

Por empezar, los especialistas destacaron que el primer paso para reconocer una práctica seria es que sea atendida por un dermatólogo, que debe exponer su títuloen el lugar y debe realizar una consulta previa a iniciar el tratamiento de manera de determinar cuál es la técnica más adecuada para satisfacer los deseos de cada paciente en particular, teniendo en cuenta su historial médico o sus características personales.

Asimismo, ese especialista tiene que acreditar que se capacitó en el uso de las máquinas que se piensan emplear.
Pero además, el lugar debe acreditar la habilitación de Radiofísica Sanitaria correspondiente, en la cual se puntualiza cuáles son los aparatos que hay en el lugar. Este certificado debería estar exhibido en el lugar, o bien, debería poder ser mostrado cuando un paciente lo solicita.

De todos modos, una primera pista está en el precio. Cuando se ofrece un tratamiento a un costo demasiado barato, hay que encender la alarma y chequear por las cuestiones de seguridad.

De más está decir que la brecha entre los centros que cumplen con todos los requisitos y los que no puede ser grande, y de hecho es el precio el factor que empuja a muchos a acudir a ciertos lugares aunque los consideren dudosos.

Consultados a este respecto, los especialistas presentes en la conferencia de Sirex Médica admitieron que el valor de un tratamiento es mayor, pero consideraron que la seguridad es también mucho más elevada, no sólo porque se cuenta con el respaldo médico, sino porque en general estos centros actualizan con mayor frecuencia la tecnología que utilizan.

“Hoy en día, un equipamiento láser cambia tan rápido que cada dos o tres años una máquina se vuelve obsoleta”, opinaron.

“Autorizado por la ANMAT”, el engaño más común
Un error en el que no hay que caer es creer que en un lugar se pueden realizar tratamientos estéticos no invasivos porque la máquina cuenta con el certificado de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).

La ANMAT es el organismo que autoriza a importar o fabricar determinada tecnología, pero ello no confiere una habilitación tácita“, apuntó el ingeniero Jorge Skvarca, especialista en radiofísica sanitaria.

En este sentido, hizo referencia a la Resolución del Ministerio de Salud Pública 1271/01, que indica que los equipos de tecnología láser deben ser utilizados por médicos.
Esto implica que un kinesiólogo, por ejemplo, sólo puede emplearlos si lo hace con prescripción médica.

“La máxima responsabilidad está en las manos del médico, que es la máxima jerarquía en la salud”, apuntó Skvarca.

El ingeniero llamó a ser precavidos con el lugar que se elige para realizar un tratamiento: “En la década del ‘90 había entre 20 a 30 centros de medicina estética no invasiva importantes. Hoy esa cifra se han multiplicado por mil, con el agravante que muchos de ellos no están manejados por médicos”.

¿Qué se está haciendo en materia de regulación?
Graciela Ferraro, presidenta de la Asociación Argentina de Dermatología, comentó que este organismo está colaborando con el Ministerio de Salud Pública de la Nación, a fin de definir cuáles son actos médicos y cuáles no.

“Estamos trabajando sobre este tema en particular e indicando que los médicos deben estar capacitados para el uso de equipamiento láser al aplicar tratamientos con métodos no invasivos. Por ejemplo, las cosmetólogas deberían tener indicación médica antes de realizar algún tipo de tratamiento”, opinó.

En este sentido, reconoció que aún hay mucho trabajo por hacer y que recién se están dando los primeros pasos.

Además, recordó que en general las leyes tardan más en cambiar que la realidad en sí, y más cuando tiene que ver con avances tecnológicos, por eso pidió responsabilidad, educación y conciencia a la hora de hacerse cualquier tratamiento.

“Hay que recordar que lo estético también es medicina”, concluyó.

Fuente: www.iprofesional.com