¿Sabías que la respiración profunda te aporta calma y bienestar a tu vida eliminando toxinas y liberando endorfinas?
La respiración profunda o Deep Breathing te aporta calma y bienestar con la práctica regular.
Este tipo de técnica de relajación es muy común en las artes marciales. Te ayuda a regular el estrés y la ansiedad, a eliminar toxinas, disminuir la sensación de dolor, a mejorar nuestra postura, a estimular el sistema linfático y cuida de nuestro corazón.
Pese a que tal vez no le otorgues a la respiración la importancia que se merece, esta afecta a tu salud cardiovascular, a la calidad de tus digestiones, a la propia felicidad, ya que esta clase de ejercicios desencadenan liberación de endorfinas, responsables en buena parte de las sensaciones de bienestar.
¿Cuáles son los beneficios principales de practicar la respiración lenta y profunda todos los días?
Relajación: Las técnicas de respiración son esenciales para poner en práctica la meditación pero además, respirar de forma lenta, profunda y rítmica rebaja tu pulso, relaja tus músculos y actúa sobre el sistema nervioso parasimpático. Más oxigeno llega a tu cerebro, rebajando la ansiedad, cuya reacción -relacionada con la adrenalina y el cortisol- está ligada a problemas como las enfermedades cardiovasculares, insomnio, hipertensión, indigestiones, aumento de infecciones y enfermedades autoinmunes.
Desintoxicación: Los buenos hábitos de respiración contribuyen al buen funcionamiento de tu sistema linfático, liberando toxinas dañinas. Tu sistema nervioso mejora debido al aumento de la oxigenación, la cantidad de sangre aumenta y tus glándulas se rejuvenecen, especialmente las pituitarias y pineales.
Mejora de la circulación: La respiración lenta y profunda reduce la carga de trabajo del corazón, desciende la tensión sanguínea, aumenta la presencia del oxígeno en sangre y dilata tus vasos sanguíneos, logrando que la presión arterial vuelva a un nivel normal.
Mayor capacidad pulmonar: Tus pulmones estarán más sanos y fuertes con esta práctica, aumentarás tu capacidad torácica y la elasticidad tanto de estos órganos como del tórax. Los beneficios se sienten mucho más allá de haber finalizado el ejercicio.
Asimilación de los alimentos: Los órganos digestivos y abdominales como el estómago, el intestino, el hígado o el páncreas reciben más oxígeno y funcionan con más eficacia debido al masaje ejercido por el diafragma.
¿Cómo poner en práctica un ejercicio de respiración profunda?
Aunque puedes encontrar una variedad de ejercicios y técnicas te recomendamos empezar por un ejercicio sencillo de respiración profunda, que puedes practicar durante diez minutos al día en postura sentada o acostado en un lugar tranquilo y cómodo.
Relaja los músculos detectando aquellas zonas de tu cuerpo que experimentan tensión y a continuación, comienza a exhalar el aire que tienes, dejando que la inhalación ocurra sola. Puedes contar mentalmente tus respiraciones completas para guiarte.
Recuerda vaciar primero y llenar los pulmones por completo. Puedes poner música relajante, o buscar un lugar en la naturaleza mientras lo realices.
Fuente: www.saludterapia.com