Como resultado de un acuerdo entre el Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires y Peabody, se reinauguró el Anfiteatro del Parque Centenario con localidades agotadas para las dos funciones de Carmina Burana.
Con dos funciones de Carmina Burana protagonizadas por el Ballet Estable del Teatro Colón, el Anfiteatro del Parque Centenario volvió a abrir sus puertas luego de renovar su infraestructura. Las obras fueron realizadas junto con la marca de electrodomésticos Peabody, en el marco de la ley de patrocinio de la Ciudad de Buenos Aires.
La puesta a punto y revitalización integral del Anfiteatro, que cuenta con más de 70 años de trayectoria, incluyó una mejora en las condiciones técnicas y estéticas del lugar, que
acompaña el proyecto del Ministerio de Cultura de la Ciudad de fomentar una programación de eventos artísticos de calidad para todas las audiencias.
Este acompañamiento de Peabody a la cultura porteña, que abarcará un período de dos años, surge en el contexto de celebración del vigésimo aniversario de la marca. La empresa destacó que se propone no solo contribuir al embellecimiento y la modernización de las instalaciones del anfiteatro, sino también respaldar activamente el arte argentino y las diversas expresiones culturales del país, elevando la experiencia con tecnología de última generación.
Además de su apoyo para mejorar la infraestructura, se comprometió a la realización de diversas actividades y espectáculos que serán propuestos por la misma marca. “Con este patrocinio reafirmamos, una vez más, nuestra misión como marca, que va más allá de la excelencia en productos; buscamos, además, contribuir activamente en el enriquecimiento cultural de la sociedad argentina”, dijo Dante Choi, presidente de Goldmund S.A.
Entre los diversos cambios en la infraestructura y tecnología del espacio, se incorporó equipamiento para las telecomunicaciones internas de las áreas y para perfeccionar el sonido de los espectáculos. También se agregaron luminarias al escenario para mejorar la calidad de los espectáculos y se restauraron los baños de uso públicos y de los artistas. Además, se actualizó la fachada de las gradas y pasillos que conducen al escenario y la cartelería externa del anfiteatro, y se sumarán equipos de aire acondicionado a las diferentes áreas de trabajo del personal.
El Anfiteatro cuenta con capacidad para 1640 espectadores y un escenario de 18 por 12 metros más foso de orquesta de 18 por 5 metros. Posee una parrilla de luces de 9 metros de altura, pantalla de proyección de 17 por 7 metros (front y back) y cabina de sonido e iluminación en el FOH. Además, posee depósitos, cuatro camarines vip y dos generales e incluso cuenta con un taller bajo el escenario para el personal escenotécnico, dos puentes de maniobra de cada lado y 6 telones con apertura central. Por fuera de lo que es escenografía, en este espacio también conviven las oficinas de administración y técnica; sistema de seguridad contra incendios y baños públicos para mujeres, hombres y discapacitados.
A diferencia del Anfiteatro original, cuyo escenario miraba al lago, el espacio actual es una construcción totalmente integrada al Parque Centenario. Su ingreso es por la calle Lillo y su intersección con Leopoldo Marechal.
El edificio original se inauguró el 25 de marzo de 1953 bajo el nombre La primera función fue la ópera Aída de Giuseppe Verdi, la misma que inauguró el Teatro Colón en 1908.
El predio del Parque Centenario fue diseñado por el prestigioso paisajista Carlos Thays e inaugurado a principios del siglo pasado para celebrar los cien años de la patria. Es además el pulmón verde más grande de Caballito, el barrio más densamente poblado de la Ciudad, con 200 mil habitantes.