Este 2019 se celebran 30 años del primer trasplante de células madre de cordón umbilical, realizado en Francia por la Dra. Eliane Gluckman, para tratar a un chico que tenía anemia de Fanconi (un tipo de anemia severa).
Dicho evento bisagra en la medicina actual generó que distintos médicos de todo el mundo comenzaran a explorar las posibilidades de utilizar esta nueva fuente no controversial de células madre, ya que son células que normalmente son desechadas (hoy en Argentina se descartan aproximadamente el 99% de los cordones umbilicales) y su recolección no tiene riesgo para la madre ni para el bebé.
Hasta el momento se han realizado alrededor de 40.000 trasplantes de células madre de cordón umbilical en el mundo; actualmente se usan para tratar 80 enfermedades como la leucemia, el linfoma y la anemia severa. Además, se encuentra en fase de investigación con distintos grados de avance, la aplicación de células madre de cordón umbilical en enfermedades como encefalopatía hipóxica, autismo, diabetes tipo 1 y lesiones de médula espinal.
Lo que inicialmente surgió como una esperanza futura, hoy es una realidad científica que crece cada vez más. Guardar la sangre del cordón umbilical al momento del parto representa una valiosa fuente para el uso futuro.
Hoy en día existen dos posibilidades de guarda:
• Realizar la guarda de sangre de cordón en un banco familiar, esto garantiza que las células de tu hijo sean usadas para él, lo que evita el riesgo de rechazo de la muestra.
• Realizar la guarda en un banco público, en este caso el único en Argentina es el banco de sangre de cordón umbilical del Hospital Dr. J.P. Garrahan. La muestra es donada de manera anónima y queda a disposición de la población, para pacientes que no cuenten con un donante relacionado (familiar) compatible y necesiten un trasplante de médula ósea.
Sin duda, la alta tasa de descarte actual de cordones umbilicales se debe a una falta de conciencia y conocimiento sobre el uso y las posibilidades de guarda que existen.
Desde Matercell recomendamos asesorarse adecuadamente sobre la guarda de cordón tanto familiar como pública.
Si tomas la decisión de no guardarlo en forma privada, considera la posibilidad de donar el cordón umbilical.