¿Qué es? ¿Es un SUV?, ¿Un hatchback? Es una genialidad del lápiz de los ingenieros del Centro de Diseño de Citroën en París.
Un diseño rupturista en un auto de gran calidad y excepcionales prestaciones. Sin duda esta sería, a opinión del escriba, una exacta definición del gran auto presentado a la prensa especializada hace un par de meses por la gente de Citroën Argentina y probado por nosotros hace poco, despertando admiración y asombro a lo largo del camino que hicimos por el interior de la Provincia de Buenos Aires.
Este gran crossover, fabricado en España, está ubicado sobre la misma plataforma que utilizan los Peugeot 301 y Citroën C-Elysée. Es indudable que Citroën ha recuperado la impronta del diseño novedoso y rupturista, que es una constante en su rica historia de producir autos magníficos. Su estética es “aventurera”, donde se destacan notoriamente los airbumps, una especie de colchón de aire que cubre las puertas laterales y sirven para mitigar los golpes; las barras en el techo, las llantas de 17 pulgadas y los espectaculares faros de LED. Su carrocería, de redondeados y bien perfilados trazos, mide 4,16 metros de largo y su distancia entre ejes es de 2,60 metros, lo que le otorga un cómodo espacio interior, una característica común entre los productos del doble chevrón.
El interior es de gran calidad, con una definida impronta minimalista. Los paneles de las puertas son comodísimos y las manijas de apertura interna son de cuero de calidad, imitando las de una valija.
Siguiendo el diseño novedoso y “aperturista” del interior del Cactus, la guantera se abre hacia arriba, paralela al panel superior del torpedo, debido a lo cual, los airbags delanteros están sobre el techo, arriba de los parasoles.
Las butacas delanteras son muy cómodas, mullidas, y sus respaldos son anchos. La altura hasta el techo, lo mismo que el espacio para ubicar los pies, son de generosas dimensiones.
El excelente volante de buen diseño y mejor grip se regula en altura, lo mismo que la butaca, que además cuenta con calefacción.
El instrumental es de una visibilidad asombrosa y de un magnífico diseño; es totalmente digital (falta el cuentavueltas) y su reóstato da una excelente lectura nocturna sin cansar la vista del conductor.
Todos los asientos disponen de apoyacabezas y cinturones inerciales de tres puntos; la plaza central del tercer pasajero trasero es reducida, más bien para el tamaño de una criatura.
El amplio baúl dispone de 358 litros de capacidad de carga. La rueda de auxilio es temporal y debería ser –insistimos siempre en esto- del mismo tamaño de las del tren rodante.
SEGURIDAD
Frenos ABS con REF (Repartidor Electrónico de Frenado), Control de Estabilidad (ESP), ayuda al arranque en pendiente, airbags frontales conductor y pasajero, airbags laterales delanteros, airbags de cortina, cinturones de seguridad delanteros inerciales, cinturones de seguridad traseros inerciales (3), apoyacabezas traseros, cierre centralizado automático en rodaje y con mando a distancia, sensores de estacionamiento trasero sonoro, cámara de visión trasera, anclajes ISOFIX para asientos de bebés, faros antiniebla (con función Corner Light).
PLANTA DE PODER DE IMPRESIONANTE RENDIMIENTO
Desconocido en nuestro mercado, el impulsor es un pequeño pero muy eficiente motor que no llega a 1,2 litros de cubicaje, que eroga cómodos 110 caballos de fuerza y que trabaja acoplado a una caja automática con convertidor de par y modo secuencial de seis velocidades (Aisin). Realmente fue del enorme agrado de la columna.
Con 35 libras en el tren de rodaje y a 120 km/h sostenidos sin viento de superficie, gastó solamente 5,2 litros cada 100 kilómetros: Notable.
Esta moderna planta de poder posee tres cilindros, cuatro válvulas en cada uno de ellos, inyección directa y turbocompresor; responde en forma más que deportiva “saliendo de abajo” y trepa rápidamente en las vueltas motor.
La caja automática japonesa es de excelente factura y no tiene defecto, inclusive se muestra enormemente eficaz a la hora del “sorpasso”. La misma cuenta con un modo “sport” y otro para “nieve”, estirando en esta estación el acople de las marchas para evitar el patinaje.
El confort de marcha es mullido y placentero, con la impronta de la mundialmente famosa “suspensión Citroën”.
El Citroën C4 Cactus cuenta con tracción delantera y transmisión con asistencia eléctrica que ofrece una gran suavidad y perfección para maniobrar en espacios reducidos y se endurece a medida que aumenta la velocidad.
Tomado el kilómetro lanzado sin viento de superficie, con el anemómetro de A&E el Citroën C4 Cactus trepó a 191,073 km/h de velocidad máxima: un parámetro excepcional a todas luces.
Esto tiene una explicación: su logrado frente sin ángulos rectos y su bajo peso, logran un muy buen coeficiente aerodinámico de solamente 0,32 Cx, lo que coadyuva a su excelente rendimiento en ruta.
Se lo lleva por $448.000 con una garantía de dos años sin límite de kilometraje. Sinceramente vale la pena. Es un auto excelente.
FICHA TÉCNICA
Combustible: Nafta
Capacidad del tanque de combustible: 50 litros
Potencia máxima (CV/rpm): 110/5.500
Par motor: (Nm/rpm) 205/1500
Cilindrada: (cm3): 1.199
Velocidad máxima (Km/h) tomada por A&E en kilómetro lanzado sin viento de superficie y con 35 lb en el tren de rodaje: 191,073 km/h
Volumen del baúl (litros): 358
Dimensiones de rodado: 205/50/R17 (Auxilio temporal de chapa 185/65 R15)
Garantía: Dos años con kilometraje ilimitado