Espacio Bresson presenta esta muestra que reúne a dos artistas con una mirada que va más allá de lo que el espectador puede observar a simple vista. Proponen una mirada doble, exterior que puede referirse al lugar geográfico desde donde se aprecia un paisaje, con cierta perspectiva y distancia; e interior que invita al espectador a observar con un grado de profundidad casi serial. Las emociones y sensaciones que se encuentran presentes en la construcción poética de las obras.
Mónica Tiezzi construye una pintura all over, que va de un extremo al otro del lienzo negando todas las posiciones privilegiadas. Su intención es la creación pictórica que deviene de su inconsciente.
Las obras de Mónica se gestan desde su visión y las sensaciones que tiene del mundo que la rodea, los amaneceres, el mar, los viajes, apuntando desde sus sentidos e invitándonos a sumergirnos en ellos.
Su obra es un canal que le permite captar su energía y su fuerza interior.
La obra de Paula Rivero sigue un hilo conductor a lo largo de los años aun cuando cambien los soportes, formatos o técnicas. Su factura se reconoce tanto en los empastes de las pinturas, la resina, los collages sobre telas y papeles, las esculturas que combinan hierro con pieles y las figuras trabajadas en birome, lápiz y acuarela.
Los temas recurrentes, desde lo conceptual pivotean entre lo femenino, la palabra velada y los lazos que vinculan o someten; las figuras del corsette y de las alas, son tipologías que le sirven para vehiculizar estas inquietudes.
En su producción más reciente, estas constantes siguen un proceso de síntesis donde prevalece la economía de recursos y hasta cambia la paleta por la presencia del blanco y el sepia.
También las instalaciones ganaron espacio con los años y la obra, ya más íntima, se organiza en grandes bloques formando una unidad a partir de la suma de las partes. El relato se construye desde un lugar mucho más maduro, libre de amarras estilísticas y saturación de contenido.