Periodista, modelo, ícono de la moda y líder indiscutida de la radio y la televisión, Teté Coustarot sigue tan vigente como siempre.

Acaba de ganar un Martín Fierro en cable a la Mejor Conducción Femenina, lidera las noches de los domingos en Radio 10 y mantiene la serenidad y humildad que siempre la caracterizaron. Generosa y siempre alegre, habló con Clubs & Countries y repasó su carrera, las personas que marcaron su vida y el presente que la mantiene en lo más alto. Una entrevista a fondo con una diva que jamás permitió que la fama le quite los pies de la tierra.

En la esquina de Uriarte y Nicaragua, en el corazón de Palermo Soho, son las 12.30 del mediodía y en la vitrina de Radio 10 se puede ver al Negro González Oro haciendo su programa: en la calle hay productores, gente que curiosea y, en cada una de las esquinas, bares que reciben periodistas y personas que pasean por el lugar. El lugar está minado de estrellas de la radio y la TV. Allí también está Teté Coustarot: alta, elegante, inmune al paso del tiempo. Serena, saluda a la gente que se le acerca: para todos tiene un gesto, una mirada, una palabra. Así, en persona y fuera de la pantalla o las pasarelas, es la amiga que todos quisieran tener. A pesar de que apenas pasó el mediodía, ella hace mucho que está despierta y activa: ya entrevistó a Diego Korol para el semanario “Democracia” del diario Crónica y, tras saludar a la distancia a González Oro del otro lado del vidrio, se concentra en la charla.

Acabas de ganar un nuevo Martín Fierro, ¿Cómo lo recibiste y qué nos podés contar de tu programa “Favaloro Televisión”?

La verdad es que lo recibí con mucha felicidad y fue fantástico porque el programa de la Fundación Favaloro para mí es apasionante, ya que trata de temas médicos que es algo que yo nunca había hecho antes. Además porque estamos hablando de una institución muy importante. El programa sale todos los domingos al mediodía por América 24 y hacemos una visión súper amplia de lo que es la salud, tanto la privada como la pública. Viajamos por todo el país, mostramos los agentes sanitarios, hacemos las campañas de vacunación, recordamos un poco de todo. Hacemos un trabajo básicamente de prevención. Además, por este programa también recibimos un premio Santa Clara; aparte de la gente que nos mira y comparte con nosotros cada emisión, ha tenido muy buena repercusión.

También seguís liderando tu franja con el programa de radio “Qué noche Teté”.

Sí, curiosamente, el programa de radio siempre fue líder en su franja de los domingos de 21 a 24 en Radio 10, que es un horario que elegí cuando me preguntaron a qué hora quería trabajar, y lo hice porque siento que el domingo a esa hora es medio bajón y pensé que, además del fútbol que tiene mucha programación ese día, hay muchas otras cosas para hablar, más allá de política, economía o actualidad. Entonces hablo de otras cosas que también son muy importantes en la vida y que pasan por lo emocional; hablo de los afectos, de la gente que hace cosas o de cómo las hacen. Y es muy gratificante este liderazgo de audiencia que ha sido sostenido con el paso de los años.

Y eso que es un horario difícil, ¿no?

Sí, pero también ocurre que hay mucha gente que a esa hora está volviendo de algún paseo de fin de semana, personas que van a los countries y que a veces se quedan en algún lío de tráfico en la ruta o la autopista. Además, hay mucha gente que lo escucha desde su casa, mujeres que se quedan planchando o cocinando para toda la semana, gente que está trabajando también a esa hora, y la radio tiene la enorme virtud de que se puede escuchar mientras se hace otra cosa, no como la tele que hay que sentarse a verla. Así que hay mucha interacción, la gente llama muchísimo y tenemos todo tipo de secciones. Lo hago junto con Adrián Puentes, que es un fantástico compañero con el que trabajo hace muchos años y con quien hacía el noticiero de C5N.

Si tuvieras que elegir, ¿te gusta más la tele o la radio?

Son distintas situaciones en realidad… Fernando Bravo siempre dice que la tele es como el living de una casa y que la radio es como la cocina (risas), y tiene razón. En la radio uno es siempre más uno y en la tele hay que forzar un poco la situación, hasta en el tono. Yo no podría estar hablando como estoy hablando ahora en televisión, todo es más diferente a la vida real, como una representación. En cambio en la radio te acercás muchísimo a la vida diaria, por eso yo digo siempre que el que empieza a hacer radio nunca la abandona.

Y ahora también escribís…

Sí, desde hace dos años empecé a trabajar en gráfica cuando Hugo Ferrer, quien me llevó a la radio hace muchos años, me dijo que en el grupo Crónica iban a sacar la revista “Democracia” y quería mi participación. Al principio estaba medio renuente porque era algo que nunca había hecho y ahora estoy totalmente fascinada, porque soy una persona que necesita comunicarse y es muy bueno tener acceso a todas las vías y que todas sean placenteras.

Sabemos que sos fanática del fútbol, ¿tenés otros hobbies?

Sí, me encanta el fútbol, soy de Boca y voy mucho a la cancha; tengo una platea y me encanta ir. Pero hobbies ordenados y metódicos no tengo. Creo que es porque me gusta mucho mi trabajo; noto que la gente que trabaja mucho, que sufre de mucho estrés o hace cosas que no les gusta, encuentra un escape en los hobbies. Yo como tengo un trabajo que es muy diferente, muy creativo, no hay realmente algo que me lleve a los hobbies. Tampoco soy deportista…

Qué raro que no hagas deportes, vos que siempre estás impecable…

No, la verdad que jamás hice deportes de manera constante. Por suerte siempre he sido flaca y nunca he tenido que hacer dietas ni trabajo físico. Quizás de repente se me ocurre empezar a salir a caminar, pero me dura un par de días y después lo dejo.

Sos un referente del mundo de la moda, ¿seguís siempre en contacto con esa faceta?

Con ese mundo voy a estar en contacto toda la vida. Muchas veces me pasa que todavía me presentan como modelo y siempre pido que no lo hagan, porque van a pensar que las modelos acá trabajan toda la vida y no es así. Pero sigo muy ligada porque hago mucho trabajo en conducciones; prácticamente a todas las personas que están en el ámbito de la moda las conozco de toda la vida. De todas maneras no soy una fanática ni estoy súper pendiente, porque la ropa es parte de mi trabajo y naturalmente lo tengo muy incorporado.

Cuando decís gente que conocés de toda la vida, se me viene a la cabeza Susana Giménez. ¿Es tan amiga tuya?

Sí, es realmente muy amiga mía. Tengo muchas muy buenas amigas desde hace muchísimos años. Para mí la amistad es un valor superior, es la familia extendida y no entendería la vida sin amigos. La amistad tiene complicidad, tiene ese hacer juntos, tiene un llamado por teléfono para encontrarse. Así que para mí es un valor muy importante. Y la verdad que también he rescatado amigos de todos los lugares en los que trabajé; me gusta trabajar en buenos ambientes y eso hace que vaya teniendo relaciones que duran.

¿Tuviste maestros a lo largo de tu carrera?

Sí. Magdalena Ruíz Guiñazú fue muy generosa conmigo. Yo empecé a trabajar en Radio Mitre hace muchos años haciendo la tarde con ella y me dio muy buenos consejos, siempre me alentó. También Rolando Hangling fue genial, porque recuerdo que un día me llamó y me dijo: “Mirá Teté, te voy a dar el consejo de oro para la radio: nunca trabajes con aire acondicionado” (risas). Néstor Ibarra también fue muy bueno conmigo, la verdad que de cada persona con la que trabajé fui recibiendo cosas.

Fernando Bravo quedó como tu compañero histórico…

¡Sí! Pero tengo varios históricos. Roberto Giordano para los desfiles, Adrián Puente para la radio y Fernando Bravo con Siglo XX Cambalache. Yo tengo la teoría de que un trabajo como el mío es de equipo, y nunca quiero que alguien se vaya con un malestar. Cuando tenés un programa de radio sos la bastonera de una mesa con muchas personas y a cada una le tenés que dar su espacio; siempre digo que nadie tiene por qué pasar una mala noche por una cuestión que si se habla, se aclara. Nunca hay que crear situaciones incómodas, porque eso perjudica a la persona y al equipo. Es algo que aprendí y que siempre puse en práctica. Otra cosa que siempre trato de hacer y que incorporé en Radio Continental, fue cambiar de lugar a todos en la mesa, porque cada uno llega y un poco por rutina ocupa siempre un mismo lugar y al cambiar de lugar se genera un cambio de energía.

¿Cuántas horas le dedicas al trabajo?

Es que casi no lo tomo como un trabajo, para mí es algo placentero y jamás me vas a escuchar quejarme; al contrario, siempre agradezco y me alegro por el trabajo. Siempre le digo a la gente que no se queje, porque si estás realmente mal tenés que cambiar, pero no quejarte. Mi frase es que “la queja aleja”, no hay que estar entre suspiros y malestar, porque así se hace muy difícil estar con alguien.

¿Sos una persona muy creyente?

Sí, creo mucho en la Virgen de San Nicolás, para mí es súper milagrosa y se la recomiendo mucho a la gente que quiera conectarse con alguien superior o quiera pedir algo, ya sea emocional o material, y hay que pedir sin ninguna vergüenza porque si es honesto es perfecto. Yo agarro el auto y me voy a San Nicolás a verla; siempre le hago una donación previa, como para que ella sepa que es en serio. Y siempre me ha respondido de una manera fabulosa.

Vos tuviste un episodio místico una vez en la radio…

Sí, fue hace dos años. Una vez llamé a Carolina Prat, la mujer de Guillermo Andino, y me contó que la primera vez que fue a ver a la Virgen de San Nicolás empezó a llorar y que no podía parar, que fue una sensación muy fuerte. Y mientras me contaba esto al aire empezaron a sonar campanas… nadie entendía nada, porque no había campanas en ningún lado, no había ningún celular que sonara así, el operador no había tocado ningún botón, tampoco había ninguna iglesia cerca. Además, Carolina era la única que no sentía las campanas. En ese momento se bloquearon los teléfonos por la cantidad de llamados entrantes de gente que sí las había escuchado. Fue una señal muy fuerte, una bendición muy grande para todos los que estábamos ahí. A mí no me sorprende porque creo que la virgen es capaz de cualquier cosa.

¿Es cierto que estás preparando un programa en Miami?

En realidad, no. Lo que pasa es que estuve con Ismael Cala de CNN en español, y también me invitó Jaime Bayly; cada vez que voy a Miami hay ofertas de trabajo. Pero esto implicaría una mudanza y un cambio de vida muy grande. Por suerte hay muchas posibilidades de trabajo y hay interés, pero me tendría que decidir y todavía no lo hice.

¿Cómo es vivir en departamentos separados con tu pareja?

Yo vivo a tres cuadras de Carlos, mi pareja, y la verdad que estamos muy bien así. Creo que hay distintas etapas en la vida: al principio te casas, formas tu familia, tenés hijos y esa parte está buena pasarla juntos; pero cuando ya sos más grande y tenés una vida independiente y con muchos horarios, está bueno vivir de esta manera; me parece que es ideal. Por lo menos toda mujer con la que me encuentro me dice eso. Y todo hombre también.

Siempre hablás de la independencia de la mujer, ¿te considerás feminista?

No sé si feminista porque en su momento el feminismo tuvo su razón de ser, había que ser muy radical para conseguir los objetivos, había que tener una posición fuerte. Pero sí creo que la mujer que trabaja tiene independencia económica, que es la que te da la verdadera libertad.

 

Un libro: “Más grandes que el amor”, de Dominique Lapierre.

Un disco: la música de la película Bagdad Café.

Una película: Forest Gump

Una prenda de vestir: pantalones

Una comida: berenjenas, en cualquier forma

Un lugar en el mundo: Buenos Aires o General Roca, donde nací

Una persona a la que admires mucho: mi mamá

ÉXITO DENTRO Y FUERA DE LOS MEDIOS

Después de 40 años de éxitos ininterrumpidos, Teté continúa al frente de los medios masivos de comunicación: prensa, radio y televisión. Atrás quedaron sus tiempos de modelo, pero sigue y seguirá conectada con el mundo que le dio el impulso clave a lo que es hoy su carrera. Pero el verdad

ero éxito de Teté va más allá de lo profesional y pasa por lo personal, por lo humano. Los minutos que duró la entrevista transcurrieron entre saludos constantes de los transeúntes que la reconocen sin esfuerzo. “Muchos me saludan diciéndome “¡Qué noche Teté!” o me hacen el sign

o de la banda horizontal de la camiseta de Boca, porque saben que soy una fanática. Hay una identificación muy grande y creo que es porque la gente me conoce hace muchos años. Por otro lado, tengo también una voz que es muy reconocible, entonces hay veces que quiero pasar desapercibida y tampoco puedo: apenas hablo ya todos saben quién soy”.